lunes, 13 de abril de 2020

Bullying

ING: “Hay que dejar de buscar culpables. Buscamos un chivo expiatorio y lo condenamos y castigamos, y de esta manera no se resuelve el problema de fondo” afirma Marta Paillet, refiriéndose a la problemática, lamentablemente muy actual, del bullying.“
Violencia “Este es un mundo violento para los para jóvenes, sobre todo” considera Paillet. Hace foco en que, tanto la sociedad como un todo así como también sus diferentes estamentos, deben reconocer su deber en los casos de abuso.
Todos tenemos distintos grados de responsabilidad, pero siempre los adultos más que los niños. Como sociedad tenemos que hacernos cargo de lo que nos toca. Vivir en sociedad es ocuparse” expresa, considerando que entre docentes y padres (así como medios de comunicación o el mismo Estado, todo órgano que componga la sociedad) está la solución al problema.
No hay mayor violencia que cuando el que está no reciba al que llega” expone Paillet, alegando metafóricamente al cambio generacional y la responsabilidad de los adultos.
No hay mayor violencia que el desamparo” reformula.
Se deben plantear en las reuniones periódicas la posibilidad de socializar e intercambiar sus percepciones en torno a conflictos escolares, y proponen resoluciones.
La violencia se supera con espacios para el diálogo. La solución es que el niño aprenda a hablar y a manifestar lo que no le gusta, lo que lo incomoda” expone en una reflexión que bien puede referirse al niño abusado como al abusador, ya que el abusador también tiene un problema y también debe ser tratado. La respuesta no es la exclusión del niño abusador ya que, además de someterlo al aislamiento y el pésimo mensaje que esto transmite, el abusador encontrará otra víctima y el problema, lejos de solucionarse, se agranda.
La sociedad no previene. Educar siempre es la solución” considera Paillet, apuntando al trabajo docente pero también a la educación por parte de los padres.
Si los padres en su casa consumen programas de televisión que avalan el abuso y lo disfrutan, el niño aprende que eso está bien y que es divertido”. Con esto se observa que inclusive a través actos que no estimulen directamente el abuso (y que pueden, quizás, pasar desapercibidos) los padres pueden estar transmitiendo y/o colaborando con un mensaje peligroso.
Los que observan y no están de acuerdo son siempre más, pero muchas veces tienen miedo. Hay que aumentar la autoestima de ellos. Sin espectadores ni gente que lo avale, el bullying deja de tener sentido, y por ende termina.”
Las situaciones que se presentan entre “los pares”, un chico no está solo en el aula con un docente, lo que debemos buscar es que haya un clima de cordialidad entre los pares, si hay situaciones de acoso, que hoy conocemos bajo la palabra BULLING, es muy difícil que los chicos se encuentren disponibles, que sus cerebros se encuentren disponibles para el aprendizaje, por eso, si nosotros sabemos que entre los grupos de pares hay situaciones que amenazan, ese es nuestro primer trabajo, no lo otro, un chico que se siente amenazado dentro del aula, estamos seguro de que ese chico no está para aprender. Un cerebro que está en modalidad de verse amenazado no puede aprender esos contenidos que queremos volcar. Pero respecto del bulliyng vale pensar que no es solamente ese chico que está en modalidad de amenaza, imagínense como que el cerebro tuviera una palanquita, la palanquita tiene dos lugares, para un lado cerebro amenazado para el otro lado cerebro seguro. En la medida en que el cerebro no se sienta seguro olvídense del aprendizaje, si hay situaciones de bullyng no solo ese chico que es acosado se ve amenazado sino que todo el entorno se ve amenazado, porque todo el entorno lo vive en carne propia, que le puede pasar a ellos mismos; y una cosa más que a veces la perdemos de vista, ese chico que acosa, ese chico también está amenazado, entonces en la medida que haya situaciones de violencia en aula en el grupo de pares a eso nos tenemos que dedicar, porque todos esos cerebritos están en modos de amenaza, si están en modo amenaza, no estamos disponibles para el aprendizaje

Fomentar la Felicidad en las aulas

 “El procedimiento más seguro de hacernos más agradable la vida es hacerla agradable a los demás”, y esta es una hermosa tarea de los educadores. Gandhi también nos dijo que “la felicidad se alcanza cuando, lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace están en armonía”.
Que los estudiantes se sientan cómodos, a gusto y felices en las aulas es algo muy importante y que todo docente debería tener muy en cuenta y esforzarse por conseguirlo. Un alumno feliz tiene más ganas de adquirir conocimientos nuevos, está más despierto, más activo, más concentrado, presta más atención en clase y la relación con sus compañeros y profesores mejora considerablemente si disfruta de su día a día en el centro.
Por eso, formar alumnos felices, no son cosas difíciles, más bien, pequeños detalles que los estudiantes tienen muy en cuenta y para ellos significan mucho.

1. Escuchar a los alumnos, tienen muchas cosas que decir Mantener una escucha activa y auténtica, muchos alumnos se sentirán valorados, sentirían que sus profesores se preocupan por ellos y que intentan comprenderles.
2. Mantener una actitud positiva en clase Entrar en las aulas con buen humor y mostrar a los estudiantes una actitud positiva, hace que ellos también la tengan. Si se dan cuenta de que su maestro se ríe, está cómodo en clase y notan que disfruta con su trabajo, ellos se contagiarán con esa alegría y emoción que intenta transmitir cada docente.
3. Los contenidos académicos no son lo único importante. En el aula también se tiene que dar importancia a las emociones y a los sentimientos de los alumnos. Centrarse únicamente en el lado intelectual de los estudiantes para mí es un grave error. El estado de ánimo y cómo se sientan los alumnos va a influir muchísimo en el proceso de aprendizaje. Pero eso, también nos pasa a los alumnos. ¿No aprendemos mejor si estamos alegres y contentos? Pues ellos igual.
4. Dar clases en diferentes escenarios . Muchos alumnos se llegan a aburrir de estar siempre metidos en las aulas. Preparar una clase donde los estudiantes estén por ejemplo al aire libre, no solo les va a sorprender, sino que seguramente los profesores hayan captado su atención y hayan conseguido que los alumnos estén más activos y despiertos.
6. Hacer conscientes a los alumnos de su aprendizaje .En muchas ocasiones, hay profesores que se dedican a escribir en la pizarra y a dictar apuntes de la asignatura. En estos casos, los estudiantes se preparan para la memorización, pero dudo mucho que asimilen de verdad los contenidos. Eso no es hacerles conscientes de su aprendizaje. El aprendizaje por proyectos, por ejemplo, da la oportunidad a los estudiantes a que sean ellos los que propongan una solución al docente basándose en investigaciones y búsquedas de información. De esta manera, sí que están aprendiendo porque saben que han sido ellos los que han encontrado esa documentación y los que se la han leído. Eso, les hace estar más seguros de sí mismos y por lo tanto más felices.
7. Fomentar el pensamiento crítico en clase: Generar oportunidades para que los estudiantes tengan que debatir, tengan que expresar su opinión respecto a un tema, tengan que reflexionar, tengan que buscar, tengan que preguntar. Así, los profesores estarán alejando a sus alumnos de la sumisión educativa. Además, que los alumnos tengan oportunidades de decir lo que piensan, de exponer sus dudas y escuchar las ideas de sus compañeros, les servirá para enriquecerse y para aprender cosas nuevas.
8. Los errores forman parte del aprendizaje: A muchos alumnos les da vergüenza equivocarse y cometer fallos delante de sus compañeros y profesores. En estos casos, los docentes tienen que hacer ver a los estudiantes que equivocarse es lo más normal cuando se están adquiriendo nuevos conocimientos y se está aprendiendo. Hay que intentar dejar bien claro a los alumnos que cometer errores significa que lo están intentando, y por eso, ya son unos valientes.
9. Mostrar interés en los alumnos: Si los profesores mantuvieran todos los días charlas con sus alumnos, sabrían muchísimas cosas de ellos y les harían sentirse cómodos y tranquilos. Interesarse por lo que hacen fuera de clase, por sus gustos, por sus inseguridades, por sus dudas y por sus miedos va hacer que los estudiantes se den cuenta que en el centro educativo y en clase son importantes y se preocupan de ellos. De esta forma, su felicidad en el aula irá aumentando considerablemente cada día.
10. Perder el miedo a divertirse en clase: No sé muy bien por qué, pero hay profesores que tienen mucho miedo a llevar juegos a sus clases. Jugar estimula el cerebro de los estudiantes, les hace sonreír, les aleja de las presiones de las calificaciones, de las notas, de los exámenes y de los agobios. Además, también aprenden muchísimas cosas nuevas, entre otras, valores increíblemente importantes para su día a día.

Tips para las clases virtuales (C. Suero y J Pastor)

Se señala que el foco en las clases debe estar en la calidad y no en la cantidad. Además de aprovechar el contexto para impartir contenidos y asegurar que los estudiantes sigan en contacto, a pesar de no estar juntos en la clase.
Se definieron consejos hacia los docentes que buscan mantener la continuidad de las clases, con calidad y cercanía con el alumno,  se estabece un decálogo con 10 tips para impartir clases virtuales.

1.- Menos, es más.: No hay que caer en la histeria ni sobredimensionar las tareas para los estudiantes. El sentido común nos indica que pocas actividades relevantes son mejor que gran cantidad de tareas mecánicas y fuera de contexto.

2.- Invierte el tiempo en la calidad y en las instrucciones, no en la cantidad de actividades: Los docentes deben entregar instrucciones claras, actividades con sentido, indicaciones precisas de evaluación y controlar los tiempos de entrega.

3.- No sobrecargues con trabajo pedagógico a las familias: No hay que asumir que los padres están disponibles para apoyar en el proceso de arendizaje. Hay que intentar que los estudiantes realicen las tareas de forma autónoma.

4.- Aprovecha el contexto actual, es muy rico educativamente: Aunque el mundo entero se encuentre en crisis, el escenario es propicio para generar vínculos a favor de los aprendizajes.

5. Integra los dispositivos clásicos y universales: No hace falta sobrecargar el uso de Internet, más aún si consideramos que el teletrabjo se tomará muchos de los hogares. Podemos incentivar el uso de medios tradicionales como prensa escrita, radio, televisión y libros para fines pedagógicos.

6.- Evita metodologías sincrónicas. ¡Simplifica!: La sincronía es muy exigente desde lo tecnológico, supone una coordinación extacta por parte del docente, de los estudiantes y de las familias. hay una alta probabilidad de que algo salga mal.

7.- Centraliza las tareas del estudiante con resto del equipo docente. ¡Piensa en quien recibe!:
En un mismo curso intervienen distintos docentes, los cuales deben estar coordinados para que las tareas, de cara a los estudiantes, tengan lógica y coherencia; invertir tiempo trabajando con este equipo, antes de bajar las actividades a los estudiantes es clave.

8.- Céntrate en el feedback: Aunque sean pocas tareas, es muy importante invertir tiempo en conversar con los estudiantes, que se sientan escuchados y contenidos, a pesar de la distancia. Más que nunca hay que prestar atención a las dificultades que puedan tener los estudiantes.

9:_ Fomenta el vínculo entre los estudiantes: Se debe fomentar el contacto educativo entre los estudiantes. No perder el trabajo en equipo, pese a las barreras que pone la distancia física. ellos necesitan seguir en contacto.

10.- Humanidad, En estos momentos lo más imortante no es lo académico: Los estudiantes necesitan sentirse acompañado y seguir teniendo a personas de referencia, como lo son sus profesores.

domingo, 12 de abril de 2020

Hábitos de los maestros Fascinantes

Debemos conocer el funcionamiento de la mente y Contribuir a desarrollar en sus alumnos la capacidad para gerenciar los pensamientos, administrar las emociones, ser líder de sí mismo, trabajar pérdidas y frustraciones, superar conflictos.

Tener sensibilidad para contribuir a desarrollar la autoestima, estabilidad, tranquilidad, capacidad de contemplación de lo bello, de perdonar, de hacer amigos, de socializar.

Educar la emoción para contribuir a desarrollar la seguridad, tolerancia, solidaridad, perseverancia, protección contra los estímulos estresantes, inteligencia emocional e interpersonal.

Usar como soporte el arte de pensar y contribuir a desarrollar el pensar antes de reaccionar, exponer y no imponer las ideas, conciencia critica, capacidad de debatir, de cuestionar, de trabajar en equipo.

SER INOLVIDABLES Contribuyendo a desarrollar la sabiduría, sensibilidad, afectividad, serenidad, amor por la vida capacidad de hablar al corazón, de influir en las personas.

RESOLVER CONFLICTOS EN EL AULA PARA CONTRIBUIR a desarrollar la superación de la ansiedad, resolución de crisis interpersonales, socialización, protección emocional, rescate del liderazgo del yo en los focos de tensión.

EDUCAr PARA LA VIDA y Contribuir a desarrollar la solidaridad, superación de conflictos psíquicos y sociales, espíritu emprendedor, capacidad de personar, de filtrar estímulos estresantes, de escoger de cuestionar, de establecer metas.

Estrategias docentes

 La docencia es una de las profesiones más cambiantes. Esto se debe a que las herramientas educativas evolucionan con la tecnología, y cada generación de alumnos es distinta a la otra. Por ello los profesores tienen que adaptarse e innovar continuamente y buscar nuevas vías para que los estudiantes logren asimilar el conocimiento. Un experto en investigación sobre educación de Nueva Zelanda, llamado John Hattie, realizó un ensayo sobre cómo aumentar el impacto del aprendizaje. Su objetivo era que los profesores pudieran comprender mejor el proceso de aprendizaje a través de los ojos de sus estudiantes. Sus conclusiones fueron resultado de 15 años de investigación. Destacó que la manera en que los alumnos aprendían, dependía en parte a la manera de proceder de los profesores en el salón de clase. Es decir, el éxito del aprendizaje de los estudiantes estaba ligado a qué tan buenas eran las estrategias que aplicaban los docentes.
Estas son 5 estrategias eficientes que mencionó:
1. Explicar las cosas con claridad: Para un alumno no existe nada peor que sentirse perdido en clase. No tener idea del tema que están dando, ni saber qué es lo próximo que van a dar, los desanima enormemente. Por ello el profesor tiene la tarea de presentar desde el primer día el plan de estudio, las unidades que van a dar, y comprometerse a hacer el mismo mecanismo cada vez que va a comenzar un tema nuevo. De esta manera los estudiantes saben qué se espera de ellos y qué deben hacer para tener éxito en esa clase.
2. Permite el intercambio de ideas: Asistir a clase para ser un agente pasivo ya no es una posibilidad. Los estudiantes están acostumbrados a las redes sociales donde constantemente pueden dar su opinión y comentar sobre todo. Por ello esta dinámica debe aprovecharse en el área educativa. Los profesores tienen que dar un paso atrás de tanto en tanto para permitir que se generen intercambios de idea ente los alumnos. El ida y vuelta permite que aprendan del otro y es una buena oportunidad para que el docente observe si realmente comprendieron los conceptos y contenidos que está dando.
3. Haz devoluciones siempre que puedas: Claro que es más sencillo llevarte a tu casa las tareas, corregirlas y devolverlas al otro día con la calificación, pero no es la opción más efectiva. Para que los estudiantes sepan si realmente están avanzando y mejorando, eres tú el encargado de darles una devolución sobre lo que hicieron. Una manera es hablando con el grupo entero y proceder a señalarles las debilidades que aún tienen y cómo pueden mejorarlas.
4. Realiza evaluaciones sobre el proceso de formación: Además de los clásicos exámenes y pruebas para evaluar lo aprendido, deberás realizar evaluaciones para analizar el proceso de formación de tus estudiantes. Compara el desempeño que están teniendo con las metas que deberían ir cumpliendo según los objetivos plantados desde el principio. Al hacerlo con frecuencia podrás adaptar los materiales y la velocidad con la que avanzas. Incluso puedes pedirles a ellos que evalúen tu forma de actuar.
5. Fomenta la autosuficiencia de tus estudiantes: Debes brindarles oportunidades a tus estudiantes para que aprendan a organizarse, a crear su propio plan de acción y a evaluar su propio trabajo. Al ser conscientes de su forma de pensar y de actuar a nivel académico, consiguen modificar conductas y conseguir mayores logros que si tu les estas encima y los obligas a hacerlo.

Para disminuir la obesidad y el sobrepeso infantil

EDUCACIÓN
Integrar de manera obligatoria clases de nutrición y buena conducta alimentaria en las escuelas.
Distribuir materiales audiovisuales sobre lo positivo de los buenos alimentos y lo dañino de los malos alimentos.

Kioskos Escolares
Hacer capacitación nutricional.
• Supervisar los alimentos.
Bebederos de agua que realmente funcionen.
Prohibir las máquinas dispensadoras de alimentos chatarra en escuelas.

SALUD
• Trabajar conlos Centros de Salud a Centros de Nutrición y Salud y tratar la PREVENCIÓN y educación.
Prohibir el uso de aceites hidrogenados en productos dirigidos a infantes.
Promover la construcción de viveros gigantes en municipios estratégicos, como centros recreativos y de educación sobre los beneficios en la salud de las plantas, frutas, semillas y verduras.
Crear un programa de cultura alimentaria.

DEPORTE
Mejorar las instalaciones deportivas en las escuelas públicas y en parques públicos.
• Hacer campañas en pro de la buena alimentación.
Promover fines de semana de deporte familiar en cada municipio.

Mejores cerebros, mejores estudiantes
El cerebro representa apenas el 2% del peso total del cuerpo humano, pero consume alrededor del 20% de la energía (nutrientes y oxígeno). El cerebro es una de las creaciones más fabulosas de la Naturaleza, y en el ser humano se encarga de procesar la gran mayoría de la información tanto interna como externa. Este órgano contiene más neuronas que estrellas en el Universo explorado, casi 100 billones de estas, cada una con alrededor de 10mil conexiones sinápticas. La gran mayoría de nuestras memorias (algunas se procesan también en las neuronas intestinales y en las del corazón) se almacenan y administran en este gran operador central, desde recuerdos de la época en que estábamos en el vientre materno, hasta experiencias de hace unos cuantos milisegundos.

Del buen funcionamiento de nuestro cerebro depende nuestra supervivencia y nuestra CALIDAD de vida. De nuestra salud mental depende que podamos agregar valor al mundo y desarrollar nuestro máximo potencial como seres humanos. Por ello es fundamental que sepamos cómo cuidar nuestro cerebro, nutrirlo y mantenerlo en óptimas condiciones. Hoy por hoy el número de padecimientos neurodegenerativos está al alza, como el Parkinson, el Alzheimer o la demencia senil, y a esto habría que sumarle trastornos como la bipolaridad, esquizofrenias, déficit de atención, infartos y tumores cerebrales.

Buenos nutrientes para el cerebro
Lo que contenga clorofila, como los germinados de trigo.
Lo que contenga antioxidantes, como los frutos secos, las frutillas rojas, el apio y el cacao.
Lo que contenga yodo, como el brócoli.
Lo que contenga ácido málico, como el vinagre de manzana.
Lo que contenga ácido fólico, como las espinacas.
Lo que contenga vitamina B5, como la avena.
Lo que contenga grasas saludables omega 3 y 6, como el aceite de coco, el aguacate, el aceite de oliva en frío o de linaza, el aceite de krill y las pepitas de calabaza o girasol.
Lo que contenga vitamina C, como guayaba, limón o naranja.
Lo que contenga selenio, como las nueces del Brasil.
Lo que contenga vitamina E, como nueces y almendras.
Lo que contenga resveratrol, como la piel de las uvas.
Lo que contenga vitamina K, como el brócoli.

Malos elementos para el cerebro
El azúcar procesada, la sal refinada, las grasas hidrogenadas, el exceso de carnes animales, el exceso de lácteos, las harinas industrializadas, el glutamato monosódico, el exceso de alcohol, el cigarro, las drogas y las medicinas consumidas de manera adictiva afectan las funciones del cerebro.

Otros enemigos del cerebro: el estrés y las emociones negativas, el aire contaminado de las ciudades industriales, la exposición a pesticidas y herbicidas, la pasta de dientes con flúor, el exceso de petroquímicos como ftalatos y parabenos contenidos en maquillajes, champús, acondicionadores, tintes y geles del cabello.

Importancia del sueño para el cerebro y cómo aprovecharlo al máximo: dormir bien sirve para enfriar el cerebro y permitirle descansar, incluso para activar mecanismos de acomodo de memorias y neurogénesis. Se recomienda dormir unas 7-8 horas en adultos, 8-9 horas en jóvenes y 9-10 horas en niños, así como tomar una breve siesta de unos 15-20 minutos durante el día.

Algunas recomendaciones para dormir de la manera más profunda posible son:
Dormir en total oscuridad.
Dormir en un espacio en total silencio.
Dormir sin aparatos prendidos alrededor (incluido el módem que normalmente se queda prendido durante las noches).
Cenar ligero al menos 2 horas antes de ir a la cama.
Haber dejado de usar el celular o aparatos que emitan luz, al menos 1 hora antes de ir a la cama.
Estar en paz a la hora de dormir.
Haber tomado suficiente agua durante el día.

Muchos estudios indican que la meditación es una práctica extraordinaria para dormir bien pero también para mantener el cerebro en óptimas condiciones, ya que ayuda a calmar a la persona, amplifica el poder de las zonas cerebrales de la conciencia y reduce las del miedo, regula el sistema inmunológico, activa la neurogénesis, aumenta el optimismo y reconecta a la persona con su lado más humano y espiritual.


La escuela, la educación física y la salud

Un ser humano mal alimentado es un ser humano enfermo y sin energía. Un ser humano enfermo y sin energía presenta un alto índice de ausentismo escolar, así como mal aprovechamiento.
Las causas de la obesidad, la diabetes y tantas enfermedades y problemas personales y sociales son básicamente las siguientes: malos hábitos alimenticios, malos hábitos corporales y malos hábitos emocionales. Si comemos mal, si no hacemos ejercicio y si vivimos estresados y enojados, y no podrán ser productivos en la escuela.
Es increíble que se gaste más en tratar a los enfermos que en mejorar la educación de un país; eso indica que la política pública está totalmente confundida y que los gobernantes y líderes sociales y educativos no están haciendo correctamente su trabajo.

La fuerza del marketing y de la industria alimenticia es tanta que logran que se introduzcan comidas y bebidas con un alto índice calórico derivado de azúcares añadidas, exceso de sodio, grasas perjudiciales y muchos otros químicos diseñados para aumentar el deseo y adicción de los infantes a sus productos.
Cuando un niño desayuna con un “cereal” de caja, en realidad NO consume cereal sino una bola de azúcar con colorantes y saborizantes artificiales. Y si luego en la escuela come galletas llenas de harinas, sales, glutamato monosódico y más azúcar, y las acompaña con un refresco artificial, está echándole a su cuerpo hasta 7 u 8 veces la cantidad de azúcar y calorías que su cuerpo puede procesar. La Organización Mundial de la Salud ha establecido que la cantidad máxima de calorías derivadas de azúcares recomendados al día para una persona adulta es de 200, mientras que para un niño(a) es de 100. La mitad de un refresco contiene esas 100 calorías derivadas de azúcares, y por eso NO podrá procesar nada que supere esa cifra.

Los maestros son un gran ejemplo y guía en la alimentación de los niños. Lo más básico que debe hacer un padre o un maestro es mostrar con su ejemplo lo que significa alimentarse bien. Muchos maestros llaman la atención a los niños y niñas cuando no se concentran, pero no entienden que mucho tiene que ver con la mala alimentación que reciben en la casa y en la escuela. Una dieta con excesivos azúcares genera hiperactividad en los niños y afecta su capacidad de atención. Y una digestión pesada ocasionada por exceso de harinas y de carnes, también dificulta la irrigación del cerebro y afecta la concentración. Todo educador que aspire a convertirse en un gran maestro debe tener muy en cuenta estos y otros factores alimenticios y enseñarlos a sus alumnos.

El futuro de la humanidad está en manos de los estudiantes actuales. Si educamos niños y jóvenes sanos, la humanidad tendrá un futuro próspero, pero si contaminamos el cuerpo de los niños y no los educamos en forma adecuada sobre su alimentación, estamos amenazando nuestro futuro.

La mejor alimentación que puede recibir un estudiante para que tenga energía, crezca sano y ponga atención en la escuela se basa en: frutas, semillas, legumbres-verduras, leguminosas y granos, mucha agua, pocos lácteos (por su alto contenido de sales, azúcares y hormonas), así como un consumo moderado de carne animal. Se deben evitar al máximo posible los panecillos dulces, las papitas fritas, los refrescos, los “jugos” empacados, los dulces y los chicles.
Necesitamos estudiantes con mentes creativas y cuerpos fuertes para que absorban la información que se les enseña y la puedan poner en práctica para la generación de soluciones prácticas para la sociedad y el mundo, no cerebros llenos de arterias tapadas y cuerpos cansados que no puedan procesar la información ni generar grandes ideas.